Las conmemoraciones de fechas especiales son principalmente de celebración, pero muchas veces por situaciones que conllevan pérdidas humanas. El día del funcionario y funcionaria SAMU es una de aquellas fechas, instituida luego del 8 de septiembre del año 2009 cuando un trágico accidente de tránsito en la localidad de Púa, provincia de Malleco en la Araucanía, costó la vida de dos funcionarios que retornaban de un traslado, cumpliendo con su trabajo de salvar vidas en situaciones de riesgo permanente.

Desde el momento en que una persona marca el 131 en busca de ayuda, los segundos empiezan a correr. El único sistema de atención prehospitalario público nacional presente en todo el territorio chileno es el SAMU, que se compone de personal altamente preparado para enfrentar todo tipo de urgencias médicas y traumáticas, cualidades que no tienen todas las personas. Ellos y ellas conforman un gran equipo con capacidad de responder de manera coordinada, entregando todo su potencial al servicio de la población, cuestión que se ha visto reflejada en lo que llevamos de la pandemia, tiempo en el cual destacan los traslados interregionales de pacientes críticos que requerían camas y ventilación mecánica donde existiese disponibilidad, ya sea en la capital nacional como en el extremo norte y extremo sur. La frase característica era “traslados aéreos que salvan vidas”.

Una ambulancia no es solo un vehículo de transporte, es una más del equipo detrás de esas ambulancias amarillas equipadas con instrumentos y medicamentos indispensables junto toda una coordinación para poder otorgar una atención oportuna y eficaz a la población que solicita asistencia de urgencia. Y el SAMU es un grupo de personas, trabajadoras y trabajadores de la salud que han entregado su máximo potencial en el actual contexto, ya sea por parte de los profesionales de los centros reguladores que dirigen y coordinan la demanda de atención, así como también los equipos que concurren e intervienen directamente en la atención prehospitalaria en las ambulancias.

Desde Confederación Fenpruss saludamos a todas y todos quienes componen este gran equipo desde Arica a Puerto Williams, y nos hacemos parte de sus demandas como socias y socios: “Sin duda, no bastan los reconocimientos simbólicos al personal sanitario que conformamos los equipos de salud, es momento de avanzar en reconocer nuestro rol entregando condiciones dignas de trabajo, que permitan entregar una atención segura para nuestros usuarios. En otras palabras, es momento de concretar la mejora en lo que tiene que ver con ambulancias suficientes y adecuadas, infraestructura apropiada tanto en los centros reguladores como en las bases SAMU, uniformes de calidad, radiocomunicaciones que sean robustas dado las condiciones geográficas de nuestro país y un plan de recuperación de la salud mental para todas y todos los trabajadores de la salud”.

Fuerza de trabajo socias y socios SAMU de la Confederación Fenpruss

 

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