Desde Fenpruss, organización que representa a las y los profesionales de la salud pública centralizada, expresamos nuestra preocupación ante la propuesta de presupuesto 2023 para salud. En específico, resulta llamativa la bajísima alza en el financiamiento per cápita para la Atención Primaria de Salud (APS), la que llega a la casi ridícula suma de 100 pesos, pasando de $9.600 a $9.700.
Estos números claramente no cumplen con la imperiosa necesidad existente de retomar las prestaciones en APS. Es necesario recordar que, cuando se dispuso que casi toda la capacidad de tarea de la APS apoyase la masiva campaña de vacunación contra el COVID-19, se dejó de atender a pacientes crónicos, se dejaron de realizar actividades de diagnóstico precoz y prevención, se suspendieron ingresos y controles de salud mental, control sano y atención dental; solo por poner algunos ejemplos. De este modo, sería esperable que, así como se ha dispuesto redoblar esfuerzos para resolver listas de espera, que se pongan las mismas energías para retomar las actividades de APS a través de un incremento en el per cápita basal. Lo anunciado va en un sentido totalmente contrario.
La falta de financiamiento no afecta solamente a la salud primaria municipal, sino también a muchos hospitales comunitarios, familiares y de baja complejidad dependientes de los servicios de salud y que ejercen funciones de atención primaria. Lo mismo con consultorios que también forman parte de la salud centralizada.
Por lo mismo, desde Fenpruss llamamos al Gobierno y al Congreso a mejorar este presupuesto en la línea de lo que hoy es un consenso: la necesidad de fortalecer la salud pública. Una Atención Primaria de Salud sin recursos para realizar sus labores más básicas, no cumple con este objetivo, afecta negativamente a usuarios/as y trabajadores/as, y menos aún puede cumplir el anhelo de ser universal, como plantea el Gobierno.
Ya el año 2019 distintos gremios de la salud indicamos la necesidad de llegar a un financiamiento per cápita de $10.000 pesos para la APS. Hoy, con una pandemia a cuestas, un sinnúmero de atenciones postergadas y con la misión de universalizar la APS a cuestas, el monto presupuestario debería ser aún mayor.
La inyección de recursos a la salud pública es algo urgente y necesario. Si queremos que la Atención Primaria sea la base de nuestro sistema, como lo indica el programa de Gobierno y también las recomendaciones internacionales, necesitamos un financiamiento consistente para que podamos cumplir la función de otorgar mayor bienestar a la ciudadanía y avanzar hacia un nuevo modelo para Chile.
CONFEDERACIÓN FENPRUSS