Desde la Confederación Fenpruss vemos con indignación cómo una vez más el Gobierno decide abordar el conflicto social, que ya se extiende por más de un mes, con nuevas medidas represivas. Desde el inicio de las protestas en octubre con sus justas demandas, hemos visto un accionar desatado por parte de Carabineros y las Fuerzas Armadas que ha resultado en múltiples casos de violaciones a los Derechos Humanos, muertes, torturas, violencia sexual y mutilación de más de 200 personas que han perdido sus ojos por disparos.
En este contexto, el proyecto de Ley presentado por el Gobierno que dice buscar el resguardo de servicios estratégicos por parte de las Fuerzas Armadas, no es más que otra respuesta errada a un problema que no es de seguridad nacional, sino de corte político y social. La iniciativa del Ejecutivo no solo parece innecesaria en tanto no existen casos graves de daño a la infraestructura estratégica del país, sino que también esconde mecanismos para requerir el actuar de los cuerpos militares asegurando su impunidad ante la ley, lo que es gravísimo y atenta contra toda noción democrática y de Estado de Derecho.
Por eso es que como Fenpruss rechazamos este proyecto y llamamos al Congreso a no ser cómplice de esta medida que atenta contra la democracia de nuestro país, menos bajo las constantes amenazas y campañas del terror levantadas desde distintos sectores interesados en aplastar por la fuerza las demandas sociales.
La construcción de un nuevo pacto social con más democracia y en paz pasa por terminar con la represión y las violaciones a los Derechos Humanos. Pasa por una Asamblea Constituyente paritaria, plurinacional y realmente democrática. Pasa por escuchar a los actores sociales y dar respuestas a las demandas urgentes de la ciudadanía, que no sean parches que esconden el traspaso de recursos públicos a los actores privados. Pasa por no seguir criminalizando al movimiento e invisibilizando sus justas peticiones.
Existe consenso en constatar que fue la nula respuesta a los problemas sociales del país, los abusos y la sordera de los distintos sectores políticos durante años lo que llevó al estallido iniciado en octubre. Por lo mismo, si es que las autoridades y partidos políticos tienen una disposición real de solucionar este conflicto, el camino es escuchar a la ciudadanía, dialogar con las organizaciones sociales y dar respuesta a las demandas y problemáticas urgentes del pueblo chileno. Solo así evitaremos seguir profundizando el clima de violencia, represión y confrontación que se vive actualmente.
¡Otro Chile es posible, otra Salud también!
Confederación Fenpruss