7 de julio de 2020

Este miércoles 8 de julio el ministro de Salud anunció públicamente que iniciarán un “proceso gradual de desconfinamiento” en las regiones de Los Ríos y Aysén, que incluye el fin de la prohibición de salir para adultos mayores, la reapertura de cines, restaurantes y cafés, reanudación de eventos deportivos y realización de cirugías electivas no críticas. Desde la Confederación Fenpruss vemos con preocupación estos anuncios que, una vez más, se basan en una óptica triunfalista de las autoridades, quienes vuelven a relativizar los efectos catastróficos que la pandemia sigue causando en nuestro país, instalando el discurso de la “leve mejoría”.

Somos enfáticos en señalar que, pese a que Aysén y Los Ríos registran tasas de incidencia menores al resto de las regiones, siguen sin cumplir con los criterios mínimos establecidos por la OMS para levantar las medidas de seguridad. Si bien el índice de positividad de exámenes PCR es menor al 5% en ambas regiones, lo que cumple con el criterio; el índice de reproducción del virus (Re) llega a 0,67 (Los Ríos) y 0,61 (Aysén), lejos del 0,5 que permite relajar las cuarentenas. Por último, no existe trazabilidad de los casos, lo que presenta un peligro inmediato de rebrote.

Con los datos sobre la mesa queda claro que relajar las medidas de confinamiento en estos momentos es un peligro latente que expone a miles de chilenos y chilenas a una segunda ola de contagios. Tenemos ejemplos recientes de países que incluso enfrentaron de forma correcta y relativamente exitosa al COVID-19, como Australia y Corea del Sur, y que hoy están viviendo los estragos de nuevas olas de contagios por haber levantado las medidas de seguridad. En el caso del país oceánico, la ciudad de Melbourne ha tenido que volver a decretar cuarentena luego de tres semanas de libre circulación por un grave rebrote.

Vemos con preocupación que, pese al cambio de ministro y las evidencias sobre la mesa del fracaso de la estrategia gubernamental, las autoridades insisten en una política errática de control de la pandemia. La transparencia en la entrega de información sigue al debe, en tanto vemos cómo el Gobierno manipula la entrega de cifras omitiendo datos y resaltando otros para crear una sensación de control, mientras aún no existe trazabilidad ni testeo activo, lo que esconde la real gravedad de la situación. Asimismo, la red hospitalaria sigue colapsada, mientras que las y los funcionarios de la salud ya llevamos meses de sobre-exigencia y exposición al virus, con miles de contagiados y no pocos colegas fallecidos.

El gobierno no puede usar a las regiones de Aysén y Los Ríos como laboratorio de una estrategia peligrosa. No se puede seguir exponiendo a la ciudadanía y a los equipos de salud por su obsesión por normalizar la actividad económica, siendo que su misma política irresponsable ha sido la que ha alargado innecesariamente la pandemia en nuestro país, con un costo humano, económico y social enorme.

Urge un cambio de estrategia que considere la opinión de gremios de la salud, expertos/as y organismos internacionales, y que ponga el foco en la vida de las personas a través del fortalecimiento de la salud pública. No necesitamos experimentos a costa del bienestar de la ciudadanía, sino claridad en el combate de la pandemia y apoyo directo a las familias para poder cumplir con las medidas sanitarias.

CONFEDERACIÓN FENPRUSS

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