La Fenpruss denuncia públicamente que la entrega de recursos a la salud pública en el contexto del COVID-19 ha sido insuficiente, lo que, sumado al reducido presupuesto del sector para este año, tiene a los recintos de salud en una situación económica crítica.
La ejecución presupuestaria en salud al 31 de mayo muestra que se ha conducido la pandemia mediante una política de austeridad fiscal, justamente en tiempos en que se necesita invertir con urgencia. Así, los recursos adicionales entregados a la salud pública para combatir el COVID-19 corresponden solo al 0,84% del presupuesto total del sector, y suman una cantidad dos veces menor a la entregada en un año normal al mes de mayo.
En esa misma línea, el presupuesto para los hospitales se encuentra en una situación crítica. El origen está el nuevo modo de financiamiento de los recintos de mediana y alta complejidad, implementado desde enero, que hace que a los hospitales se les pague por caso atendido sin considerar otras fuentes de ingresos.
Al respecto, desde Fenpruss se indica que esta política no considera todos los gastos reales, y que ya en diciembre se sabía que iba a existir un déficit presupuestario cercano al 14%, lo que hasta el día de hoy no ha sido corregido por parte del gobierno. Así, al finalizar mayo, doce hospitales ya habían gastado más de la mitad de sus recursos del año: Hospital de Urgencia Asistencia Pública (ex Posta Central), San Borja, El Carmen de Maipú, San Pablo de Coquimbo, La Serena, Ovalle, Parral, Chillán, San Carlos, Curanilahue, Victoria y Castro.
“Si sigue esta tendencia, entre septiembre y noviembre la gran mayoría de los hospitales del país se van a quedar sin recursos, mientras las autoridades siguen sin implementar un ajuste presupuestario para evitarlo”, indica Aldo Santibáñez, presidente nacional Fenpruss.
“Esta situación se la planteamos al ministro Paris hace diez días, y hasta el día de hoy no hay respuesta. El gobierno prometió presupuesto adicional en marzo a raíz del estado de catástrofe, pero los recursos todavía no aparecen, pese al esfuerzo adicional que se le ha pedido a la atención primaria para la trazabilidad y a los hospitales con la instalación de camas UCI”, agrega.
Las y los profesionales de la salud insisten en que este contexto hace aún más necesario fortalecer la salud pública e inyectar recursos frescos que permitan adquirir insumos, elementos de protección y contratar más personal.
