Las y los profesionales de la salud queremos expresar nuestra decepción y preocupación por la propuesta de Presupuesto de la Nación 2021 dada a conocer por el Gobierno. Vemos con asombro que los recursos contemplados para el sector salud no solo no aumentan, sino que estarían disminuyendo, pese a la enorme crisis sanitaria que enfrentamos por la pandemia de COVID-19 y la necesidad urgente de fortalecer nuestra red.
Observamos que el presupuesto inicial del año 2020 para salud fue de $9.991.811 millones de pesos. Los recursos adicionales entregados por la crisis sanitaria hacen que la cifra real vigente hasta el momento llegue a los $11.239.227 millones. Es claro para todas las personas que ni el presupuesto original ni los recursos adicionales han sido suficientes para enfrentar de forma correcta la pandemia ni tampoco para otorgar una salud pública digna y de calidad en un periodo normal.
Pues bien, la propuesta presupuestaria del Gobierno para el 2021 llega a los $9.881.911 millones de pesos, según minuta “Presupuesto 2021, el presupuesto del trabajo y la recuperación”). Es decir, se están disminuyendo, en la práctica, los recursos entregados el 2020. ¿Cómo es posible que no se considere un incremento de los recursos para salud y, más aún, se reduzca el presupuesto real cuando ha quedado en evidencia en Chile y el mundo la necesidad de sistemas de salud pública fortalecidos? ¿Cómo pretenden enfrentar el tremendo desgaste humano, de equipos e infraestructura que ha dejado la pandemia en nuestros servicios? ¿Cómo alcanzará para hacer frente a las miles de prestaciones postergadas a causa de la emergencia sanitaria y que pueden significar una nueva crisis de salud en los próximos meses?
Desde la Confederación Fenpruss hemos manifestado a las autoridades una y otra vez que se necesitan mayores recursos en el sistema. Recientemente publicamos una propuesta para hacer frente al escenario sanitario del tiempo que viene, sosteniendo técnicamente la necesidad de más camas críticas, más personal, inversión en equipos e infraestructura, además del fortalecimiento de los programas de salud intercultural y atención de salud mental para las y los funcionarios.
Todas estas necesidades urgentes necesitan de un presupuesto mayor, que se haga cargo de las evidentes deficiencias de nuestro sistema de salud que hoy, más que nunca, han quedado al descubierto a causa de la pandemia. Para ello, desde Fenpruss estimamos que el crecimiento del presupuesto debió alcanzar al menos un 1% del PIB.
Reducir los recursos en un momento como éste significa un atentado a la salud de las personas y una burla para los miles de trabajadoras y trabajadores de nuestra red que han dado todo para combatir la pandemia, recibiendo aplausos pero no derechos laborales ni condiciones dignas para dar una mejor atención a la población.
Como organización dejamos claro que no pueden seguir primando los cálculos económicos y las posturas ideológicas en el manejo de la salud del país. Chile necesita una reforma sanitaria profunda que comience por mayores recursos para avanzar hacia una salud digna, gratuita y universal.
CONFEDERACIÓN FENPRUSS