La discusión del Presupuesto de la Nación para el año 2023 se encuentra en su última etapa en el Congreso Nacional, con especial relevancia y atención pública en los recursos que se entregarán al sector salud luego de tres años de pandemia por COVID-19. En ese marco, desde Fenpruss hemos señalado que la propuesta presentada es insuficiente, en tanto no entrega los dineros necesarios para enfrentar la crisis de la salud pública, los efectos de la pandemia e incluso los objetivos del propio Gobierno en materia de salud pública.

Las listas de espera, que son un problema histórico ahora agravado por las atenciones postergadas gracias a la pandemia, no pueden ser abordadas correctamente sin un alza considerable de recursos para la salud pública. Fue el mismo Presidente Boric quien expresó públicamente su prioridad por reducir las listas, sin embargo la actual propuesta presupuestaria no contempla mayores recursos para hacerlo.

El pasado 19 de octubre, como organización nos hicimos presentes en la subcomisión mixta de Presupuesto y señalamos que la propuesta no solo no aumenta los recursos, sino que en la práctica existe una disminución del 0,4% en comparación al gasto proyectado del 2022.

Al mismo tiempo, no se incorpora al Presupuesto la mantención del personal de refuerzo contratado para enfrentar la pandemia. Estamos hablando de más de 16 mil trabajadores/as que llegaron al sistema público de salud y que hoy se encuentran cumpliendo un rol fundamental no solo en el abordaje del COVID-19, sino también para reducir la histórica falta de personal de la red pública. Si no hay solución para mantener a estas personas en sus puestos a través de mecanismos de empleo estable y con derechos, el 31 de diciembre quedaremos con la misma cantidad de personal que en 2019 pero en medio de una situación sanitaria mucho más demandante.

Como Fenpruss somos claros: no se pueden hacer cambios para mejor en la salud pública con el mismo personal y los mismos recursos. El presupuesto debe incrementarse considerablemente si queremos realmente reducir las listas de espera y cumplir también con otros compromisos de este Gobierno como la universalización de la Atención Primaria y el necesario programa de salud mental.

También sigue pendiente la situación de los hospitales de baja complejidad, comunitarios y consultorios centralizados, que cumplen funciones de Atención Primaria pero no son considerados en el monto per cápita dirigido a la salud municipal. Estos establecimientos tienen un rol fundamental en la salud de distintas localidades del país, por lo que deben ser considerados para un mayor financiamiento.

La pandemia volvió a demostrar con creces la importancia de la salud pública, y hoy es rol del Gobierno y el Congreso hacerse cargo de su fortalecimiento en la línea de lo demandado por la mayoría de la población. Los recursos y el personal son urgentes, no hay que perder esta oportunidad.

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