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Reforma de pensiones: la insuficiencia del gobierno y el triunfo de NO+AFP

El pasado miércoles, en cadena nacional, el presidente Piñera presentó las tantas veces anunciadas y postergadas medidas para enfrentar el tema de las bajas pensiones. Si bien no hubo grandes sorpresas en los anuncios, lo que le valió el rechazo del movimiento social, de la Coordinadora No+AFP, y de distintos parlamentarios y economistas; lo planteado por el mandatario encubre algunas claves que son importantes de visibilizar.

Hasta hace algunos años, la ciudadanía solo conocía las consecuencias negativas del sistema, expresadas en bajísimas pensiones;  pero en general no conocía a fondo el funcionamiento del modelo previsional. En ese contexto, el gran mérito de la Coordinadora NO + AFP -de la cual la Fenpruss es parte desde sus inicios y hoy integra su espacio ejecutivo- ha sido lograr que la gente se preocupe del tema, se familiarice con términos como tasa de reemplazo, multifondos, comisiones y otros, que se preocupe de las rentabilidades y proyecciones de su jubilación; y que se forme una opinión muy definida acerca de lo nefasto del sistema y su incapacidad para entregar pensiones suficientes.

Antes de la Coordinadora, la gente en general hacía suyos los argumentos que levantaban los defensores del modelo. Ellos decían -y hasta el día de hoy repiten- que el sistema chileno es un ejemplo admirado por expertos y por varios países interesados en adoptarlo para reemplazar a los “quebrados” sistemas de reparto.

En el marco de la discusión actual, para la Fenpruss es claro que el proyecto del Gobierno es insuficiente, pues no solo no mejora sustancialmente las pensiones, si no que insiste en la capitalización individual, la cual tiene un problema estructural más allá de quien administre los dineros. Sin embargo, consideramos un triunfo que el proyecto de Ley finalmente se vea obligado a develar el desprestigio del sistema que, tarde o temprano, será terminal.

Hay al menos tres elementos que reflejan una derrota de los defensores del modelo. Primero: no es menor que las AFP perdieran la oportunidad de administrar el 6% de cargo del empleador, pese a desplegar toda su capacidad de lobby.  Segundo: el aporte del 6% de cargo al empleador viene a reconocer la necesidad de un fondo tripartito, como siempre señaló la Coordinadora. El último gesto importante es abrirse a instalar un elemento de reparto, a través de la mitad del aporte del empleador. Se configuran, por tanto, tres elementos centrales impensados unos meses atrás, los cuales van en contra de las bases ideológicas y materiales del sistema.

El estallido social y el trabajo tenaz de la Coordinadora NO + AFP han permitido correr el cerco e instalar en el corazón del debate nacional la ilegitimidad del sistema y la necesidad de reemplazarlo. Este anuncio del gobierno puede ser el principio del derrumbe del sistema de pensiones actual y su reemplazo por uno de verdadera seguridad social.